Quiero darle a cada cosa el tiempo que se merece. Dormir cuando tenga sueño y despertarme sin despertadores.
Quiero practicar la libertad de sentimiento, pensamiento y expresión. Y también de movimiento y de mirada.
Quiero deshacerme del miedo, el odio y la mentira. Y tomar un jugo de pomelo para celebrar.
Quiero aprender a no tener preocupaciones para poder desarrollar el arte de lo inesperado.
Quiero disfrutar el presente, imaginar el futuro y respetar el pasado. Jugar con las palabras y con todo lo demás también.
Y, por supuesto, quiero muchas otras cosas.
Lo que no sé muy bien es como garcha empezar con todo esto.
Ja! me encantó el remate para un relato lleno de paz.
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